domingo, 27 de noviembre de 2016

Falling Number o Índice de caída


Las condiciones adversas del clima durante la cosecha de trigo, tales como la lluvia y el calor, pueden causar germinación o brotación del grano. Cuando ocurre la germinación se produce la degradación del almidón por la enzima alfa amilasa que se desarrolla.
 
Antes de describir el análisis Falling Number o Indice de caída es necesario conocer las características de las amilasas presentes en el trigo.
 
La actividad de estas enzimas en el trigo afecta directamente sobre la formación de la masa y la calidad de la miga del pan obtenida.
 
Las amilasas, alfa y beta, convierten el almidón de la harina en azúcar fermentable y maltosa. Por tanto la cantidad de azúcar que se forma entre 25 y 40ºC influye en la fermentación, mientras que la calidad de la miga depende de la actividad que las enzimas desarrollan entre 55 y 80ºC (temperatura de gelatinización del almidón y temperatura de inactivación de las enzimas respectivamente).
 
La beta - amilasa, que pierde su actividad a temperatura relativamente baja, tiene escasa influencia sobre la calidad del pan durante la cocción. La cantidad de azúcar que se forma durante la fermentación depende de la cantidad de almidón dañado durante la molturación.
Las amilasas tienen escasa acción sobre el almidón entero y a la temperatura normal de fermentación, mientras que después de la gelatinización que tiene lugar entre 55 y 65ºC, resulta más fácilmente atacable.
 
La alfa - amilasa es más importante en las determinaciones de la calidad, ya que hidroliza rápidamente el almidón en dextrinas a la temperatura comprendida entre 55 y 80ºC. El pH. Óptimo para su actividad en los cereales es de 5,2 a 5,4

  
Tan solo un 5 % de grano germinado, mezclado con 95 % de grano sano, puede echar a perder toda la cosecha.

 La determinación de Falling Number o Número de caída  es un Método Estandarizado Internacionalmente para la detección de daños por germinación.

El sistema de índice de caída mide la actividad de la enzima alfa-amilasa de la harina sobre el almidón gelatinizado (baño de agua 100 ºC).
 
Se produce la degradación del almidón por la acción de la alfa - amilasa y se mide el tiempo de caída de un vástago dentro del tubo viscosímetro.

Cuando mayor aglutinación el tiempo de caída será más prolongado, en cambio en los trigos germinados sucederá lo contrario, obteniéndose al panificar con esta harina defectuosa un pan de miga húmeda y pegajosa.

 
 
 
 
El método sigue los siguientes pasos:

  • Se pesan 7.0 ± 0.05 g de muestra (en función de la humedad) y se introducen en el tubo viscosimétrico.

  • Dosificación. Mediante un dispensador se vierten 25 ± 0.2 ml de agua destilada en el tubo viscosimétrico.

  • Mezclado. La muestra de harina y el agua se mezclan mediante una vigorosa agitación del tubo viscosimétrico hasta obtener una suspensión homogénea.


  • Agitación. El tubo viscosimétrico con el agitador se coloca en el baño maría y el aparato se activa. Al cabo de 5 segundos la agitación empieza automáticamente.

  • Medición. A los 60 (5 + 55) segundos el agitador es liberado automáticamente en su posición superior e inicia el descenso debido a su propio peso.
El tiempo total, en segundos, transcurridos desde que el aparato se activa hasta que el agitador desciende una determinada distancia queda registrados por el equipo. Este será el índice de caída.


El tiempo de caída puede oscilar según el estado del trigo de 1 a 5 minutos. Los trigos con un principio de germinación darán cifras menores, alrededor de 100 s y los que están normales 300 a 500 s.


Harinas con índices de falling number demasiado altos, superiores a 300, dan origen a masas con dificultad para fermentar y panes con miga dura y compacta y una corteza pálida.
Harinas con índices excesivamente bajos, inferiores a 150, dan origen a masas blandas, pegajosas, difíciles de trabajar con máquina, el pan se presenta aplastado, con miga gomosa y con corteza de color gris oscuro.



 

 
 







 

 

 

domingo, 28 de febrero de 2016

La importancia del almidón dañado en la panificación.

La mayoría de gente que trabaja con harina; panaderos, pasteleros.. han escuchado mencionar este parámetro en alguna ocasión, pero pocos lo conocen con plenitud. 
 El almidón dañado es un parámetro  muy importante que deberíamos  tener en cuenta a la hora de determinar las especificaciones técnicas de una harina de trigo. Este parámetro va repercutir de manera importante en el desarrollo de nuestros productos. Conociéndolo podremos paliar importantes problemas durante el proceso de panificación. 
Antes de definir que es el almidón dañado, enumerar los factores que causan este daño, y que efectos tiene durante el proceso,  explicaremos previamente  que es el almidón como tal.
 
El almidón representa la principal fracción de la harina [1]:
  • Humedad: 13-15%
  • Proteína: 9-14%
  • Almidón: 68-72%
  • Materias grasas: 1-2%
  • Materias celulósicas: 3%
Este se encuentra en el endospermo del grano de trigo.
 
Es un polisacárido el cual se compone aproximadamente de un 23% de amilosa y un 73% de amilopectina.
La amilosa es una cadena lineal de unidades de glucosa unidas con enlaces α (1-4).
 


 Mientras que la amilopectina es un polímero  de unidades de glucosa unidas por enlaces α (1-4) con ramificaciones de cadenas lineales de glucosa  producidas por enlaces β (1-6).


 
El almidón se encuentra en forma de gránulos y tiene un alto grado de cristalinidad, lo que le hace poco susceptible a la acción de las amilasas.
Una de las propiedades más importantes del almidón, durante el proceso de panificación, es su capacidad de gelatinizar cuando se hidrata y calienta progresivamente. Esta gelatinización se debe a que al calentar la solución de almidón y agua, aumenta la vibración de las moléculas de almidón lo que provoca el debilitamiento de los enlaces intramoleculares. Esto facilita la formación de puentes de hidrógeno entre las moléculas de almidón y el agua, de forma que aumenta la viscosidad de la mezcla. El resultado es un gel amorfo que está en un estado de no equilibrio.
 
Almidón
 
 
 
 El almidón dañado, es la parte del almidón nativo que ha sido dañado o roto, debido a distintas factores:
  • La dureza del grano. Mientras mas duro sea el grano, mayor almidón dañado se genera en la molienda. Este factor viene definido por la vitriosidad del grano.
  • Técnicas durante la recolección
  • La duración del acondicionamiento del grano antes de la molienda. Un tiempo de acondicionado mas corto, incrementa la tasa de almidón dañado.
  • La presión ejercida en los rodillos de los molinos.
 
En función de todos estos factores, un valor normal de almidón dañado puede representar entre un 3% y un 9% del peso total de la harina.
 Es importante definir este porcentaje para los diferentes productos y procesos. Un valor demasiado elevado puede provocar serios problemas durante la panificación [2]:
  • El almidón dañado multiplica por cuatro su capacidad de absorción de agua durante el amasado. Esto puede provocar que el agua se libere lentamente del almidón dañado y como consecuencia la estructura de la masa se debilita, volviéndose flácida al final del amasado.
  • Aumenta la tenacidad de la masa y disminuye la extensibilidad de la misma
  • Exceso de coloración en la corteza, debido a los mayores niveles de actividad enzimática. Reacciones de Maillar [3]
  • Panes planos.
 
 
Louis- Camille Maillard (4 de Febrero de 1878 -12 de Mayo de 1936)
        
                                                           
 
Nos podemos encontrar diferentes maneras de expresar el parámetro de almidón dañado. La más difundida es la que se determina con principios de medida basados en la afinidad del yodo para el almidón [4]
El principio de medición de estos equipos es por el método amperométrico [5]. El dispositivo mide la capacidad y la velocidad de la absorción de yodo en harina en un medio ácido, ya que el yodo, tiene la capacidad de adherirse muy rápidamente a los gránulos de almidón dañado.
 
Antes de incorporar la harina para la prueba, el electrodo genera yodo en el recipiente de reacción, el dispositivo mide de forma continua una corriente eléctrica que es proporcional a la cantidad de yodo libre en la solución. Tras añadir la harina, el yodo se fija en los gránulos de almidón dañado. Cuanto menor sea la intensidad de la corriente eléctrica mayor será el contenido en almidón dañado.
 
Los resultados obtenidos se muestran en porcentaje de yodo absorbido, Unidades Chopin Dubois (UCD), unidades Farrand (FARRAND), etc.
 
 
SDmatic - Chopin

 
 
                                                                                                                                                  
 
Fuentes:

Otras fuentes consultadas:
Jeffrey hamelman. El pan
Itziar Rodríguez Vergara.  Efecto de la adición de fibras de origen vegetal sobre la absorción de agua en harina de trigo.
Stanley p. Cauvain y Linda S. Young. Fabricación de pan.

sábado, 23 de enero de 2016

Oda al pan, Pablo Neruda

Pablo Neruda, por Alejandro Cabeza

Pan,
con harina,
agua
y fuego
te levantas.
espeso y leve,
recostado y redondo,
repites el vientre
de la madre,
equinoccial
germinación
terrestre.

Pan,
qué fácil
y qué profundo eres:
en la bandeja blanca
de la panadería
se alargan tus hileras
como utensilios, platos
o papeles,
y de pronto,
la ola
de la vida,
la conjunción del germen
y del fuego,
creces, creces
de pronto
como
cintura, boca, senos,
colinas de la tierra,
vidas,
sube el calor, te inunda
la plenitud, el viento
de la fecundidad,
y entonces
se inmoviliza tu color de oro,
y cuando se preñaron
tus pequeños vientres,
la cicatriz morena
dejó su quemadura
en todo tu dorado
sistema de hemisferios.

Ahora,
intacto,
eres
acción de hombre,
milagro repetido,
voluntad de la vida.

Oh pan de cada boca,
no
te imploraremos,
los hombres
no somos
mendigos
de vagos dioses
o de ángeles oscuros:
del mar y de la tierra
haremos pan,
plantaremos de trigo
la tierra y los planetas,
el pan de cada boca,
de cada hombre,
en cada día,
llegará porque fuimos
a sembrarlo
y a hacerlo,
no para un hombre sino
para todos,
el pan, el pan
para todos los pueblos
y con él lo que tiene
forma y sabor de pan
repartiremos:
la tierra,
la belleza,
el amor,
todo eso
tiene sabor de pan,
forma de pan,
germinación de harina,
todo
nació para ser compartido,
para ser entregado,
para multiplicarse.

Por eso, pan,
si huyes
de la casa del hombre,
si te ocultan,
te niegan,
si el avaro
te prostituye,
si el rico
te acapara,
si el trigo
no busca surco y tierra,
pan,
no rezaremos,
pan,
no mendigaremos,
lucharemos por ti con otros hombres,
con todos los hambrientos,
por todos los ríos y el aire
iremos a buscarte,
toda la tierra la repartiremos
para que tú germines,
y con nosotros
avanzará la tierra:
el agua, el fuego, el hombre
lucharán con nosotros.

Iremos coronados
con espigas,
conquistando
tierra y pan para todos,
y entonces
también la vida
tendrá forma de pan,
será simple y profunda,
innumerable y pura.

Todos los seres
tendrán derecho
a la tierra y a la vida,
y así será el pan de mañana,
el pan de cada boca,
sagrado,
consagrado,
porque será el producto
de la más larga y dura
lucha humana.

No tiene alas
la victoria terrestre:
tiene pan en sus hombros,
y vuela valerosa
liberando la tierra
como una panadera
conducida en el viento.

Nacer con un pan bajo el brazo

Il Pane, de Giovanni Giacometti

El origen de esta expresión procede del ámbito rural y está relacionado con la fortuna que, en los tiempos de escasez, advenía a una familia con el nacimiento de un hijo varón. Este nuevo miembro de la familia significaba un par de brazos más para trabajar y, por ende, una nueva fuente de ingresos y la posibilidad de prosperar y aumentar la hacienda.

Actualmente se utiliza la expresión para dar a entender la felicidad y la buena fortuna que supone la venida de un niño al mundo, independientemente de la situación económica de los padres.

Como en este caso la venida de este nuevo blog, que tanto para la autora como para sus lectores aporte momentos de bienestar y felicidad durante su lectura y búsqueda de nuevos conocimientos en este campo tan interesante como es el del trigo, harina y el pan.